lunes, enero 28, 2008

miércoles, enero 09, 2008

DIARIO (IMAGINARIO) DE UN SECUESTRADO (IMAGINARIO)

UNO
Me duele. Me duelen los días perdidos, no necesito calendarios para saber desde cuando estoy aquí. Me duele. Me duelen los pasos repetidos que no me llevan a ningún lugar después de tanto caminar en esta marcha que no es más que una hilera de tristezas. Me duele que sólo me espere un peor lugar. Me duele mirar el rostro de mis compañeros y descubrir que los muertos hemos aprendido a respirar. Me duelen las articulaciones, debe ser por la humedad. Me duele la mirada, debe ser por lo húmedo de tanto llorar. En esta selva he perdido la sonrisa y hasta lo que nunca había tenido porque se han llevado los días que estaban por llegar: los primeros pasos de un hijo, la muerte de mamá... se han llevado un sueño que todavía no había soñado y me han dejado despierto en esta pesadilla.

DOS
Todo paisaje es sólo parte de un laberinto. Hoy han jugado a dejarnos nuevamente atados a los árboles. El único abrazo aquí me lo da un tronco que no puedo abarcar. He conocido nuevos males de los que no sabía que el cuerpo podía sentirse enfermo, pero mi verdadero cáncer se llama soledad. En las mañanas susurro mil veces mi nombre para no olvidar quien soy. Pero también me llamo Jorge, Esteban, Clara, Ingrid, Maria, José, Milena, Richard, Frank y tres mil nombres más. Pero también sólo soy un número que antes de dormir mis captores vuelven a contar.

TRES
Se me pudre la piel, ya se me venía pudriendo la esperanza. Pasa un helicóptero y tengo miedo, no pasa el helicóptero y tengo miedo. Se acabaron las pilas del radio y en ese silencio que quedó dspués de apagarlo ya nadie nos saluda en las madrugadas.

CUATRO
Hoy cumplo años. Otra vez. Otra vez aquí. Otra vez aquí cumplo años. Ya es la séptima vez. Nadie lo sabe pero la muerte es el único regalo que espero que alguien me pueda dar.

CINCO
Volví a despertar, maldita sea. Soñé que estaba en casa, que esto no había pasado jamás. Hace tiempo no soñaba algo tan bonito como sentir la ducha con agua caliente y nada más que tu voz llamándome a desayunar. Es que hace años que ni en los sueños estoy en libertad...