martes, enero 03, 2017

LAS MANOS TAMBIÉN



Somos, también, las manos.
La memoria de una caricia.
Y aquel niño que levantamos en brazos.

Somos las manos
dentro de los bolsillos vacíos
buscando con tacto
un sueño perdido.

Somos el puño, claro.
Yo prefiero sujetar un lápiz
y exprimirle todas las palabras que guarda dentro
hasta que me golpea con un silencio
que se queda entre los dedos.

Somos, también, las manos.

Ese dibujo que haces en el aire
como un baile
que luego es viento
y después olvido.

Somos las manos
que trazaron una ciudad
que sembraron el campo de semillas
que levantaron un puente y ajustaron
la ventana.
El pulso exacto de la creación
somos.

Toda la oscuridad
y también la luz
habitan las manos
que son sombra proyectada
sobre una pared en pie
en Hiroshima.

Son mías, también, las manos
que escriben tu nombre.


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