En un abril y cerrar de ojos
las aguas de marzo trajeron silencio
y puertas cerradas.
El mundo sigue siendo el mismo
pero es distinto,
solo hablan las ventanas.
Es un tiempo extraño:
celebramos que construyen refugios
antiaéreos
mientras escuchamos el zumbido
del vuelo
de la primera bomba.
El cielo está despejado
y triste.
Los pájaros cantan fuerte
una letanía para el olvido.
Pocas veces han sido tan oscuros
los días
a plena luz.