ANA FABRICIA CÓRDOBA
Ella era la voz de muchos callados por el miedo. Era el fantasma de sus muertos y asustaba con sus denuncias. Ella fue víctima y se hizo abogada de tantas otras víctimas que, como ella, sufrieron el desplazamiento desarraigo y la muerte de sus familias.
Conocí a Ana Fabricia Córdoba.
Fue asesinada ayer.
Y sé que los nombres de las personas más importantes pocos los recuerdan.
¡Qué dolor de ciudad, de una Medellín imparable para la exclusión, la inseguridad, la corrupción, el favoritismo y el maquillaje que brindan obras, que como un gigantesco tapete, cubre la mugre del desasosiego!
ResponderBorrar:( ¿Cómo parar a los violentos? ¿Nos quedará grande esa tarea siempre?
ResponderBorrarQué rabia. Qué desconsuelo.