Colombia es narcotráfico. Colombia es corrupción. Colombia es aquella guerrilla y una campaña dice que Colombia es pasión. Colombia es todo eso, claro, pero no sólo eso. Colombia es, también, un sitio donde sucede la vida como en cualquier otro lugar: donde caben juntos el amor y el tedio, donde cada día entre montañas alguien despierta con deseos de conocer el mar, un sitio de pueblos bucólicos donde la calma es una forma de respirar. La Colombia que no ves en el noticiero de tv no es menos cierta pero, tantas veces, es mucho más real. Y en buena hora ha llegado el tiempo de verla en cine.
Si una película cabe en una palabra, entonces la palabra para hablar de esta es: Hermosa.
Hablo aquí sobre Sofía & El Terco.
Una mujer callada y sumisa decide rebelarse sin levantar la voz. Ella es Sofía. Su esposo, machista torpe y confiado es la definición de una promesa sin cumplir. Él es Alfredo. Y en la misma vereda Mercedes, la amiga de Sofía, es la inspiración exacta que la vida pone allí para impulsar el viaje mil veces postergado a conocer el mar. De alguna manera todo viaje -por lejano que sea- es una ruta que nos lleva al centro del corazón propio, pienso. Tantos kilómetros recorremos para llegar a nosotros mismos.
Carmen Maura, contenida, habla con sus ojos y cuerpo entero allí donde no hay palabras. Gustavo Angarita tozudo y dominante es el reflejo exacto de varias generaciones de hombres que creen dominar el mundo con un alarido pero son incapaces de abotonarse la camisa sin ayuda. Constanza Duque tiene la mirada palabra y pasos de la complicidad de la amigas que son hermanas, que crecen juntas, y que de verdad siente suya la felicidad ajena porque ha tenido el alma tan cerquita al otro para comprender su dolor.
Pero si he de hablar de personajes tendré que decir que la música (gran acierto) es un personaje tan importante como los que encarnan los actores así como el paisaje es también determinante a la hora de contar esta historia que pasa del drama a la comedia sin grietas en la narración. Tu sonrisa es la primera en notarlo o -incluso- una lágrima que se te escapa ante esta necesaria dosis de ternura.
Las películas que no buscan moralejas son las que dejan una mejor lección. Sofía & El Terco, sin proponérselo, es un manifiesto contra la resignación.
Andrés Burgos ha escrito y dirigido una película contada en tono menor, una historia sencilla, como un murmullo que se nos queda adentro y pasados los días después de verla todavía nos estremece el pecho. Si el libro es la mitad de hermoso que esta película creo que estoy ante uno de los más bellos libros que aún no he leído.
"Las películas que no buscan moralejas son las que dejan una mejor lección" Tiene toda la razón!
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