lunes, junio 16, 2008

(Adela en el carrusel)

Rezo por vos

La vida de Charly García toca sobre teclas rojas. En blanco y negro sólo su bigote bicolor que ya es amarillo. ¿Esta es la partitura de una despedida?

Kill Gil sigue en la gaveta, dejó caer del bolsillo filosofía barata y calza zapatos de goma. El tipo está verde, no lo dejan salir, grita con insistencia: “yo no quiero volverme tan loco” pero ya está vestido de rojo. Anda buscando un símbolo de paz, la ruta del tentempié, sin embargo ha vuelto a caer víctima de soledad, víctima de un mal extraño… es parte de la religión, comprueba que los dinosaurios pueden desaparecer en el aire.

Ya pasó El Aguante, Charly García no sólo vive adentro de sus composiciones sino que literalmente vive sus canciones: acaba de protagonizar, otra vez, Demoliendo Hoteles. Y uno podría empezar a pensar que sus canciones están llenas de premoniciones, de la misma manera que quien conoce al suicida interpreta cada gesto cotidiano como una despedida. Es la hora del colapso; una gran estrella supernova convirtiéndose en agujero negro. Igual, él inventó la profesión de estrella de rock en Latinoamérica y -ahora vemos- también su decadencia.

Charly dice: No toquen, no quiero que me toquen... y el rap de las hormigas se le sube por todo el cuerpo. La sal no sala y el azúcar no endulza. En la imagen del hombre atado a la camilla sin güisky ni rivotril pocos rastros quedan de su influencia en generaciones que, sencillamente, le dicen Say No More, plis. Sus actos tienen poco de excentricidad y mucho de sinsentido. Yendo de la cama al living te tropiezas con el fantasma de Canterville.

Una línea rota va de baires a Colombia: un boxeador salido de Palenque da golpes contra la locura, la drogadicción y el olvido. Antonio Cervantes es el campeón mundial que sólo adentro de su cabeza vive días de gloria. No puedo dejar de pensar que Charly García tiene idéntica sombra en este ring y se ha convertido en el siguiente Pambelé. Cerca de la revolución el pueblo pide sangre… rezo por vos.

7 comentarios:

  1. bueno, pues yo no he rezado por charlie, ni que recuerde por ningún músico que me apasione.... pero me conmoviste, asi que hoy prenderé una velita por tu causa.

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  2. ¿... se acabó ese fuego que te hacía feliz?
    ... te amo y te odio, ¡dame más!

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  3. ¡Qué propicio, Juan! Tú hablando de Charly García y yo que venía a invitarte al concurso de microcuentos 'El dinosaurio'.

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  4. ey!, ¿no más SAY NO MORE?... la verdad no lo imagino..

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  5. Anónimo4:01 p.m.

    Yo también voy a rezar por vos Charly.

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  6. Me gusta lo que haces....azpeitia

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  7. Guau... qué bonito homenaje-desmarque. Cómo es de bueno poner a los ídolos en su sitio, y lo has hecho de manera más que elegante.

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