El mundo era un lugar tan amplio
en aquel entonces
cuando lejos quedaba Lejos
y toda carta larga era corta.
El mundo era un lugar
en el que precisabas el eco
no el susurro
para que alguien te pudiera escuchar.
Inventamos palabras para acercarnos
Marconi dices tu, yo digo fax.
Inventamos palabras para pronunciar el amor
en tiempos de guerra.
Escribimos con humo y tinta
señales de nuestra existencia.
Aturdidos de cielo y silencio
buscamos en letras el rastro de un rostro.
No soy digno de que entres en mi casa
pero un beso tuyo bastará para salvarme.
Urgente, dice el sobre
que trae el mensajero de paso lento
Hay camas llenas de vacío,
papeles arrugados,
telegramas desvaneciéndose…
Alguna vez el amor fue amor.
Que hermoso. El corazón latía con el acelerador a fondo.
ResponderBorrar¡Hola, Juan, saludos desde Bogotá!
ResponderBorrarHermoso desahogo de amor, sin duda. Desde luego, para acercarnos al amor nuestra creatividad fluye a borbotones. Es buena esa creatividad cuando se trata de hacer algo bueno. No obstante, infortunadamente hay quienes acuden a la creatividad pero para hacer daño.
Además de lo sublime de tu mensaje de amor, me atrapaste al mencionar aquí a mi pueblo: Mi Quibdó del alma.
Felicitaciones por tus inspiraciones.
Un abrazo.