sábado, mayo 26, 2007


(flasback)
un poema sin reloj y con el tiempo detenido en el pecho donde cambié el click del segundero por el beat del corazón. letras con las que también escribo mi nombre, las palabras del insomne. un poema de cuando en vez, ya ves.

MADRUGADA BLUES

Lento, lento, lento, slow
cada cuerda vocal en tu garganta es eco azul
del sur de tu cuerpo
un gemido, un gemido apenas
es la cálida evidencia de una fría madrugada
caricias sin nombre
buscan la región donde todo empezó
Una frontera cruzo con mi mano
sólo de tu mano
No quiero ser extranjero en tierra santa
Extraño la sombra de las noches contigo
Todo yo
soy hotel para tu hospedaje
ven y visítame
quédate un poco más
llévate luego, si quieres, todos los recuerdos de tu estadía
deja las sábanas sin tender,
yo lavaré esta ingenuidad mía
Toma una copa en este bar; la inocencia está servida
la pasión es buen coctel, la ternura para ti es el trago de la casa
Que la inconstancia de mis sueños no te ahuyente ni despierte
Ponte cómoda
en los últimos días de esta estación
luego nos veremos tanto tiempo después
Afuera llueve
Adentro hay sol
Madrugada blues. No escuches las malas noticias en televisión
Mírame a los ojos
Déjame mirarte
Tanto que quiero decirte está en el silencio
escúchalo
Abajo de un blues sólo puedes ser sincero. Nunca siniestro
Escucha el blues. Mi mirada negra. El centro de tus ojos es azul.

viernes, mayo 11, 2007


Volver
(carlos gardel)

Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno.
Son las mismas que alumbraron
con sus pálidos reflejos
hondas horas de dolor.

Y aunque no quise el regreso
siempre se vuelve
al primer amor.

La vieja calle
donde me cobijo
tuya es su vida
tuyo es su querer.
Bajo el burlón
mirar de las estrellas
que con indiferencia
hoy me ven volver.

Volver
con la frente marchita
las nieves del tiempo
platearon mi sien.

Sentir
que es un soplo la vida
que veinte años no es nada
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.

Vivir
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez.

Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida.

Tengo miedo de las noches
que pobladas de recuerdos
encadenen mi soñar.

Pero el viajero que huye
tarde o temprano
detiene su andar.

Y aunque el olvido
que todo destruye
haya matado mi vieja ilusión,
guardo escondida
una esperanza humilde
que es toda la fortuna
de mi corazón.

Volver
con la frente marchita
las nieves del tiempo
platearon mi sien.

Sentir
que es un soplo la vida
que veinte años no es nada
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.

Vivir
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez.