domingo, noviembre 23, 2008

(Mi motivo para marchar el 28 de noviembre)

TERESiTA

Teresita. Teresita se llama ella. Ya son años de conocerla. Podría ser mi abuela, tanto así que siento en ella la mirada de mimamita: con ese eco de profunda ternura mezclada con tristeza profunda.

Varias veces la he acompañado a levantar la pancarta con el rostro de su hijo desaparecido. Ella nunca ha dejado de ir, los miércoles primero y los viernes después, al atrio del templo de La Candelaria a reclamar voz en cuello por el regreso por los secuestrados del país… con el dolor de madre que no puede serlo porque no hay hijo para ejercerlo. Teresita sólo tuvo la certeza de no tener certeza.

Un sábado me acompañó a un barrio sin calles y alli la vi abrazar a un hombre, desmovilizado, del bando paramilitar, de los que le quitaron el pedazo de vida que ella más quería. Y habló en voz alta de reconciliación y perdón. Decía que la única reparación que espera, como víctima de esta guerra, es escuchar la verdad sobre el destino de su hijo. Ningún cheque sanará sus heridas, sólo la verdad puede hacerla libre como hace años no lo es, aunque no sea su cuerpo el desaparecido. Pero es que le han raptado el espíritu. La están obligando a perder la esperanza con amenzas pero ella no la pierde aunque ya perdió lo que más quería. Cuando la veo no me resisto a cargar entre mis brazos su cuerpo diminuto de gran corazón. Ella dice que la levanto del suelo al cielo como hacía su hijo con ella. Luego las lágrimas, a los dos, nos ponen los pies en la tierra.

Me dijo, hace días, que supo, por fuentes ciertas, que hay testigos que vieron el cuerpo de su muchacho flotando por el río Magdalena con aves de carroña agujereándole el pecho con sus alas abiertas como malos vientos.

Teresita sólo quiere que los verdugos (que hoy están sentados en un largo proceso de confesar o canjear culpas y secuaces y destierros y crímenes atroces por bajas penas) le admitan, de una vez por todas, que a su hijo no lo verá más ni lo podrá enterrar.

Sólo eso, de verdad, le dará paz. Aunque nadie podrá decir Paz en su Tumba al hijo ausente.

La verdad, sólo la verdad dicha por labios capaces de asesinar, le dará paz a Teresita Gaviria.

lunes, noviembre 17, 2008

(Paisaje de pirámides colombianas )

…de eso tan bueno no dan tanto…

La base sobre la que se levanta una pirámide no es la ingenuidad o una pila de incautos: es la codicia. El deseo nacional de acostarse pobre una noche y despertarse rico a la mañana siguiente. Así, sin esfuerzo, perpetuando como virtud aquello que es defecto, esa frase que es excusa de ladrón: “el vivo vive del bobo”. Y patria boba es la misma que no aprende del dolor vivido. Porque esa misma manera de ser, hijos del mínimo esfuerzo, fue el ingrediente natural para que el narcotráfico y la corrupción fueran parte de la bandera nacional.

El paisaje de pirámides colombianas es cierto: pueblos enteros dejaron de sembrar alimentos porque esperaban cosechar únicamente la renta de lo invertido después de tener todo vendido. Familias apostaron el fondo de la educación de sus hijos y no saben cómo enseñarles que perdieron eso que no tenían y llamaban futuro. Afuera de las oficinas cerradas se llora por pensiones que no volverán como tampoco lo hará la promesa de dividendos y rendimientos (del 350%), no te miento.

Vidrios rotos, cajas vacías, manos agitadas, gritos heridos, pancartas de apoyo, pancartas de denuncia, policías rompiendo filas, todos son protagonistas y testigos de la levedad del peso. Un gobierno llegando tarde y, cruzando la calle, sentado en una banca en la acera de en frente el gerente de un banco tiene la sonrisa intacta. Mientras, como houdinis, algunos faraones de estas pirámides lograron el acto del escapista dejando por pista la hoguera de disturbio tras el negocio turbio.

En una oficina de capital alguien le ve a todo esto el lado positivo: ya no hablan de falsos positivos aunque el lado negativo sea el coro insistente del bolsillo vacío. Otro escándalo vendrá mañana para ahogar un poco a este que hoy no se deja de comentar, eso es seguro. Tal vez se llame invierno porque no hay nada nuevo bajo el sol. Lo que ya pasó volverá a pasar y la noticia regresará como boomerang: aviones, pirámides… otro nombre le darán a esta excusa para cruzar el desierto de los días en busca de un oasis que te arregle las finanzas de la vida. Sólo veo una certeza después de las (tantas) promesas: si no aprendemos de los espejos, seguro nos perderemos en el próximo espejismo.

jueves, noviembre 06, 2008

(el holocausto de El Palacio de Justicia)

23 años después

Hay fuegos chiquitos que nunca se apagan
hay fuegos que mientras menos los ves más queman
hay fuegos en la memoria que hacen humo la amnesia
23 años después
las llamas no son ceniza todavia
aunque sople el viento del olvido
23 años después
la voz de los desaparecidos se escucha
sobre los himnos de guerra
no cesó la horrible noche
23 años después
el Palacio sigue ardiendo
en el corazón

martes, octubre 28, 2008

(Marchas indígenas en Colombia)

LA VOZ DE LA TIERRA

...Ellos siguen caminado con la tierra y los corresponsales extranjeros como testigos de un encuentro que todavía no fue. Índígenas americanos nacidos en Colombia que buscan ejercer su derecho a ser escuchados pero no desde un puente con altoparlantes o en la intimidad de un canal de televisión. Las marchas que importan no son sólo las que convocan por feizbú, debería decirle alguien al periodismo de aquí. Traigo a este lugar palabras de otro (que ya quisiera que fueran mías), esto escribe un hombre que afila el lápiz al momento de pensar en voz alta...




Carta al Gran Jefe Blanco
por Juan José Hoyos
publicado el 26 de octubre, periódico El Colombiano











Escribo esta carta por una manda de un chamán de La María, Antioquia. No tiene las manos manchadas de sangre. Es un chamán del Resguardo Marcelino Tascón, de Valparaíso. Me pidió que le escribiera esta carta porque él y los indios de su tierra conocieron a su padre, don Alberto Uribe. Ellos se acuerdan mucho de él, de todos sus hermanos. Me contó que él tenía por costumbre celebrarles la Primera Comunión en el convento de la Madre Laura, en Belencito. Su padre era para ellos como otro padre. Cuando los saludaba les decía: ¿Cómo están, mis hermanos? Ellos crecieron trabajando como peones en fincas ajenas. Usted sabe que ellos son hombres de paz. Saben a qué conduce el odio porque les ha tocado vivirlo.

El chamán me dijo que Colombia es un país que está en guerra hace años, y que hoy está en llamas. Me explicó que ellos han sido víctimas, como don Alberto y mucha gente más, de esta guerra. Que en 1986, cuando usted era parlamentario, los guerrilleros de las Farc fusilaron en una semana a más de 80 hermanos suyos en Murindó, por chismes inventados por un indio embera llamado Belisario. En esa época, a los embera del Bajo Atrato les tocaba pagar por cabeza 200 pesos por mes para que no los metieran en problemas, ni los mataran. Ellos juzgaron a Belisario con sus leyes y la condena fue dejarlo vivo, pero después de pedirles perdón.

Gran Jefe Blanco: las tierras de los embera y de casi todos los indios de Colombia fueron invadidas por nuestros abuelos, que huían de la pobreza. Luego, esas tierras fueron invadidas por guerrilleros, narcotraficantes, paramilitares, tropas de los batallones de la alta montaña. Todos ellos han abusado de los indios. Eso me dijo el jaibaná. A sus hijos se los han llevado a la fuerza los guerreros de todos los bandos. Por eso en el resguardo de La María, aprobaron hace años una ley que ellos han cumplido al pie de la letra: no meterse en las guerras de los blancos.

Señor Gran Jefe Blanco: el jaibaná me dijo que ni él ni su familia nacieron con tierra. Se las quitaron a sus abuelos, a sus padres. Él creció trabajando alquilado. Hasta que ya mayor le dieron un puesto en un trapiche a orillas del río Conde. Un blanco llamado Vicente heredó esas tierras. Un día resolvió devolvérselas. En esa época, ellos eran indios errantes. Se habían escondido en las selvas para que no los mataran en la violencia de los años cincuenta. Cuando Vicente les devolvió su tierra, ellos regresaron, aunque con temor. El Estado les legalizó la propiedad. Pero a su alrededor había una gran hacienda ganadera. El socio de su padre, don Edgar Jaramillo, dijo que no le gustaba esa vecindad. A partir de ese momento, la nueva tierra se volvió para ellos un infierno. El gobierno de Antioquia abrió una carretera, les puso electricidad, pero don Edgar se empeñó en que no quería indios de vecinos. Su padre le dijo: "Me hace el favor y les entrega esta tierra a ellos cuanto antes, porque yo sé que a mí me van a matar". Y lo mataron a los pocos meses unos guerrilleros de las Farc, en la hacienda Guacharacas, en el valle del río Nus. En cumplimiento de la voluntad de su padre, la nueva tierra les fue entregada a los embera. Hoy ellos no son unos indios desvalidos. Tienen casas, acueducto, alcantarillado, escuelas, energía eléctrica. Están exportando heliconias a los mercados del Oriente Medio.

El chamán me advirtió que usted tiene muy buena memoria. Que cuando hablaron en La Pintada, Antioquia, en su primera campaña electoral, en esa fiesta de coleo donde recogieron tanta plata, usted les prometió otras cosas. Que les cumplió lo de la tierra. Pero me dijo que usted no les cumplió otra promesa: la de no usar las armas contra sus hermanos. El viejo invocó el nombre de su padre y el de la Madre Laura, antes de despedirse. Me dijo que en el convento de ella hicieron la Primera Comunión casi todos los Uribe. Escribo esta carta porque así me la dictó el chamán. Me dijo que no sabía escribir. Que la escribiera yo por él.

lunes, septiembre 22, 2008

(gente que veo por ahí)

Relato de pugilato

El Hombre Triste tiene rotos y desgastados sus guantes de box. Han sido tantos los golpes de la vida que hace años no pasa tiempo largo sin sentirse en pleno combate. Algunas mañanas, antes de poner pie fuera de la cama, siente que ya ha perdido por knockout pero no tiene más remedio que enfrentarse al ring de los días y se levanta como quien ha besado la lona con labios sangrientos. Sólo acaba de abrir los ojos y ya trae la mirada cansada. La Oda a la Alegría es una música que sale a la calle desde la ventana de al lado, nunca desde la suya. Tiene rotos y gastados los guantes, sabe que nadie tirará la toalla por él. Calienta el café de ayer y debe ser por eso que siente que la vida se encadena sin pausas de la misma manera que los cines rotativos de su infancia. Todo listo después de los movimientos habituales del ritual matutino. Incluso el polvo está en su lugar. Gira el pestillo, abre la puerta, el sol de frente ofende su rostro, unos pasos cortos y ya está en la calle. Va a enfrentar las horas por venir con corbata ajustada desde la esquina del cubículo de su oficina.

Suena la campana. El Hombre Triste empieza otro round contra el hastío cotidiano.

miércoles, septiembre 10, 2008

(Informes de la infamia)

CUESTIÓN DE ESTADÍSTICAS


Fueron veintidós, dice la crónica
Diecisiete varones, tres mujeres,
dos niños de miradas aleladas,
sesenta y tres disparos, cuatro credos,
tres maldiciones hondas, apagadas,
cuarenta y cuatro pies con sus zapatos,
cuarenta y cuatro manos desarmadas,
un solo miedo, un odio que crepita,
y un millar de silencios extendiendo
sus vendas sobre el alma mutilada.
(Piedad Bonnet)

La masacre de Trujillo, la masacre de El Salado, la masacre de Bojayá... la masacre que fue y la que vendrá. Y por algunos poros de la piel del dolor se cuela como tibio rayo de luz un poco de verdad. Por estos días se publican, ante los ojos que no quieren leer, los informes sobre el más pesado pasado que cuenta (con sangre de quién) cómo se escribe la historia que no entrará en libros de historia. Las clases de geografía que nos enseñan que existen lugares que sólo son visibles cuando se encuentran -en el mismo mapa- el olvido, la violencia y un asombro lleno de sombras. Unos asesinos celebraban con música en vivo cada muerte, cada ejecución, perpetrada cada hora durante dos días en el pueblo. Otros asesinos, en otro pueblo, jugaron al más bárbaro fútbol pateando sobre arena roja una cabeza recién cortada. Distintos asesinos, en distinto pueblo, brindaban mientras sobrevolaban para ver volar en astillas una iglesia donde buscaron refugio más de cien personas orando a un dios que -otra vez- no escuchó. Pequeño gran cuentito de horror es este enunciado de nombres que nadie nombra, de personas que se han convertido en números que rara vez cuentan… la palabra masacre ha pintado el cielo más ocre sobre el campo colombiano y ha puesto aún más oscura tu mirada. Carreteras cerradas por el ejército mientras allá a lo lejos el infierno está cerca y nadie puede socorrerlos sin autorización. El dinero enviado para la reparación de las víctimas que nunca llegó. Ricas tierras vendidas barato. Un pacificador sin paz en la conciencia. Tan manchada está la mano del cómplice como la del que disparó. Y tantas ausencias sumadas que, como diría Piedad Bonnet, son Cuestión de Estadísticas. Estoy seguro que esta vez la matemática no es una ciencia exacta.

sábado, agosto 30, 2008

(viendo viejos videos)

Stay (faraway so close!)


Susurran palabras al oído. Palabras que son silencio puro. Win Wenders los mira como ángeles que llevan el mensaje de un dios que ha muerto. Cambian sus alas por un plato de lentejas, cambian sus alas por un poco de dolor, cambian sus alas por un poco de color para sus ojos cansados de una eternidad en blanco y negro. Berlín no es el paraíso pero están allí con sus largos gabanes de invierno y frío buscando un bar donde puedan maldecir en paz. El Muro ya no está pero es cierto que aún los divide el recuerdo, no es verdad que todo cambie con cambiar un nombre. Los ángeles han conocido el rojo sólo después de las gotas que sangran en la herida abierta. Los ángeles susurran palabras que nadie escucha. Bono encuentra su más sincero falsete persiguiendo la próxima nota tan alta como un cielo sin santos. La música sigue en el aire.

Alguien dirá: “sólo es una canción”. Pero es suficiente.

martes, agosto 26, 2008

(ciertos versos ciertos)


No volveré a ser joven

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
­como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
­envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

-de Poemas póstumos, 1968-


Jaime Gil de Biedma (Barcelona, 1929-1990)

lunes, agosto 18, 2008

Mudanza

"Empacar es condenarse a hacer memoria. A releer los anillos del tronco."
(Andrés Burgos, Mudanza, pág 179)

lunes, agosto 11, 2008

(Georgia vs Rusia / Games without frontiers)

Fuegos Olímpicos

La llama en el pebetero. En el pecho la medalla. En el rostro el esfuerzo. El cansancio en el músculo. Los aros por todas partes. La competencia en el satélite. El podio en la mira. Las banderas en el asta. Los himnos al aire. La lágrima sin medalla ni podio. la gloria en El Nido. En la pista el récord. La tribuna llena en el estadio. El aplauso cerrado en el coliseo. El silencio en las justas... Y una delegación en fuga: Georgia llega y pronto se va, ya no defienden a su patria demostrando fuerza y velocidad sino que desertan de la Olimpiada para entregarse a una guerra relámpago que promete dejarlos sin país y con menos vida. Los atletas se van y cambian tenis por botas, olivos por fusiles y se declaran listos a enlistarse aunque presienten que sólo les espera la derrota en forma de bombardeo porque esta vez pierde david contra goliat. Olimpic Soldiers. Rusia sonríe como quien sabe que no habrá sanción para este doping. Qué triste es esta certeza: son prematuros todos los finales cuando empieza una guerra.

miércoles, agosto 06, 2008

(diario de guerra)

Despertarse a disparar…

“matar gente se vuelve un vicio, como meter perico o fumar marihuana”.
H H (comandante paramilitar)

El hombre de las dos letras mudas tiene números de horror: dirigió dos frentes paramilitares y sumó tres mil muertos según su confesión hasta ahora. A eso le llaman Exterminio pero aquí es anécdota que se esconde fácil bajo la historia del matrimonio del hijo del Presidente o de algún asunto de farándula fácil de fotografiarse con otra polaroid que también se desvanecerá con el siguiente chisme. O con las imágenes exclusivas de una operación de inteligencia militar que por estúpido ingenio comercial alguien decidió publicar.

El hombre de las dos letras mudas habla cada día en voz más alta porque (dice) quiere que le escuchen la verdad pero le han respondido con la autorización de extradición. Dice que con su partida las únicas víctimas serán las víctimas por que nadie les dirá del destino de sus muertos ni de quienes ayudaron a que no respiraran más.

El hombre de las dos letras mudas tiene en sus ojos una extraña serenidad porque se acostumbró a la costumbre de matar y él mismo (dice) no se ha podido dar paz: le pidió perdón a cinco madres de desaparecidos y una de ellas sólo le dio un No… “Como me va a perdonar una madre por el hijo que le quité si ni siquiera me perdono yo”. H H habla de su vicio pero no de su desintoxicación. H H habla de la geografía de las masacres que cambió todo paisaje y ahora menciona a los políticos que le supieron ayudar “Hay políticos que nos buscaron y nosotros buscamos políticos también. Usted sabe que llegar al poder es muy bueno y los políticos hacen cualquier cosa para llegar al poder” Pero dispara nombres más lento que balas con su fusil. Dice que entró a secuestrar adentro de las brigadas militares y que en sus manos apareció el verbo desaparecer por exigencia de los que ayer fueron sus aliados con idéntico camuflado. El río cauca se hizo río sa(n)grado. Cumplidos veintiocho años empezó a matar y aún no tiene cuarenta de nacido el mismo que tanta tristeza ha repartido.

El hombre de las dos letras mudas viajará en el siguiente avión, se vestirá de naranja, nadie le dirá asesino y nadie le preguntará por el oficio del depredador, sólo hablará de kilos y rutas y cambiará años por datos, le recompensarán la ayuda con el derecho a su fortuna hecha sobre la sangre de los miles que desapareció y cruzará una puerta de salida con nueva identidad. Para él (no para las madres de la plaza) volverá a brillar el sol. Y envejecerá libre.


Entrevista al periódico El Espectador:
http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articuloimpreso-hh-se-confiesa

miércoles, julio 23, 2008

(A propósito del Derecho a la Alimentación)

Música Triste

El hambre viene, el hombre se va. No hay música más triste que la balada lánguida de los platos vacíos. El compás de un estómago hambriento marca el ritmo de una danza que no permite pensar. La historia me cuenta que el hambre es madre de la sed (de venganza) y la mirada de un niño empieza a perder por inanición toda ingenuidad.

Los campos son generosos, el paisaje exuberante, la naturaleza dispuesta y las vitrinas de la ciudad están llenas… hay comida, eso es tan cierto como decir que lo único que se reparte por igual se llama inequidad. Nada está donde debería estar: la tristeza, otra vez, es el menú de hoy. Todas las leyes encuentran buen papel donde escribirse pero la realidad no tiene firme el pulso para verlas cumplir. En este momento alguien está deseando tener derecho a tener derecho.
La única guerra que merece lucharse es el combate contra el hambre y el campo de lucha está en la conciencia y los escritorios desde donde puede cambiarse el sentido a la palabra destino. Para que el instinto irracional no nos robe el pedazo de humanidad que ayuda a dormir al animal que también nos suele habitar.

La belleza de la siembra se encuentra con la tragedia de esta cosecha: el sabor de la nostalgia en la boca que sólo besa al recuerdo del sabor que nunca ha vuelto a probar. El cuerpo delgado de esperar el alimento que esta noche tampoco llegará. Tú dices tres comidas al día y le sumas algunas más, ellos no conocen más matemática que la del azar. El hambre viene, el hombre se va.



Texto escrito luego de ver unas (bellas) fotografías de Luigi Baquero que no tienen nada miseria y todo de dignidad al momento de hablar de este inminente problema nacional. Y en cada encuadre tantos colores como historias atrás... www.luigibaquero.com

martes, julio 22, 2008

(Batman. Why so serius?)

La noche del caballero de la noche

Todavía más oscuro y más rentable. Todavía más oscuro y más interesante. Murciélagos en la noche, murciégalos en mi cabeza: adentro de esta película puedes creer que es cierto lo increíble y entregarte al asombro de ver cómo se arma un rompecabezas de mecánica celeste. El enemigo de hoy es el terrorismo -otra vez para los norteamericanos- ahora vestido de Guasón, con la sonrisa dispuesta a llevarte al espanto.

Es definitivo: Batman en el cine está muy lejos de los comics y más cerca de la novela gráfica (perdón, Tim Burton) y brilla más mientras más negro es su traje. Por supuesto que Heath Ledger tiene la sombra del ausente en el brillo de los reflectores que lo miran, pero no lo miras como un dead man walking porque su actuación es vital y delirante: intimida con el gesto y el silencio del macabro clown mientras su voz se encarga del resto.

Christian Bale parece sentirse más cómodo como Batman que haciendo de excéntrico chico rico, debe ser porque detrás de la máscara están todos los tormentos. Los demás, que son tantos, están todos a la altura de sus nombres con lo que te garantizan la sonrisa aunque no sea el papel de sus vidas.

Gótica sigue encontrando en Chicago el lugar de sus espejos, espejismos y afectos y este niño que llevo adentro con todo lo demás que ha visto ha salido más que contento. Pero también el adulto que soy reconoce que es imposible mirar esta película sin adjetivar cuando una cinta cumple con todo lo que te ofrece y además te da más. Christopher Nolan nos ofrece un motivo y una excusa para recordar que el cine también es esa magia en la que puedes creer sin resistencias..

Aquí nadie tiene poderes sobrehumanos, son sólo humanos que llevan adentro su peor enemigo, como todos. Esta noche ningún reflector en las nubes salvará a Ciudad Gótica pero si a las taquillas. Y la fe en ciertas historias.

jueves, julio 17, 2008

(celebradas frases célebres)


Razones del ateísmo nacional

"El perverso de dios quería que yo fuera virreina"

...dijo ayer la Señorita Colombia (¿?) Tatiana Vargas cuando quedó segunda en el reinado de Miss Universo organizado por Donald Trump en Vietnam para promocionar unos hoteles que recién construyó en aquel oriente. Confirmado: Dios es venezolano o chavista, al menos por esta semana.
(polaroids desvanecidas)

Un chico llamado D.

Podía sentarse en cualquier lugar pero siempre se sentía como el último en la banca de atrás. Podía jugar el partido de su vida y ser el arquero que soñó ser, empatar cero a cero y sentir que había perdido por goleada una vez más. Podía levantarse en mitad de un día que se derrumbaba y encontrar mil maneras nuevas de caer más fuerte y desafiar, gravemente, la fuerza de la gravedad.

Sumaba años de vida a la vez que sumaba días de ingenuidad. Cada vez mayor, cada vez más pequeño. Lo vi crecer frente a mi y en su interior también vi un muro creciendo como un abismo entre el mundo y él mismo. Conoció la soledad rodeado de gente que iba a buscar la receta de la tranquilidad en una cajita pequeña de la que salían sus pastillas para antes de dormir y aplazar, de nuevo, el sueño de vivir. Nunca necesitó pistolas en sus manos porque sus ojos sabían disparar ciertas miradas de esa forma que no puedes olvidar. Encuentras gente así: cada golpe suyo al aire es sólo el presagio del vuelo de un boomerang. Saben hacerse daño sin saberlo.

Puedo decir que no puedo decir nada. Lo habitaban a la vez toda la violencia y también la absoluta ternura.

He conocido a Dr. Jekyll & Mr. Hyde.

domingo, julio 06, 2008

(¿ciencia? ¡política!)

El vestido nuevo del Emperador

También esperaban en la sombra los ensombrecidos. De la misma manera que desde la luz miraban los iluminados. Y una línea sin mancha siquiera de gris dividió este mundo donde peligrosamente en silencio se aceptó cual ley aquello de decir conmigo o contra mi como piedra sobre la que todo lo demás se levantó, aun a riesgo de caer. Lanza tus dados, sólo se puede estar a un lado de este tablero: o es el calor del brillo popular o es el frío del lado oscuro de la luna. No hay ecos en tecnicolor, el prisma se rompió. Créelo: también crece la sombra cuando se levanta el sol.

jueves, julio 03, 2008

(Rescate & Liberación)

Una mujer vuelve viva y lúcida después de morir tantas veces en el infierno que no pudo cubrirla de olvido


Primero la voz en la radio.

Luego la imagen de la espera en t.v.

Después la sonrisa desnuda recorriendo todos los rostros.

Más tarde la puerta abierta del avión.

Y -mientras bajaba la escalerilla hacia el primer abrazo- en sus pasos caminaron hijosviudashuérfanosniñosancianosprimoshermanos,
espososobrerosejecutivosdeportistasoficinistas,
ingenierosestudiantesdesempleadosmilitaresadoloridosreconfortados,
abuelasmúsicosdelineantesateosconversosdesplazadosreciénllegados,
periodistasamenazadosprisionerosliberadosconductores,
opositorescopartidarioscampesinoshacendadoslectoresanalfabetos,
representantesrepresentadosamigosdesconocidos…
en sus pasos de botas de caucho y selva todos caminaron hacia el mismo abrazo. No era sólo una mujer, aunque también eso es, claro. Es un símbolo. Y mucho más también.

Aquel día, en aquella tarde, en aquel país –por un momento- todos se llamaron Ingrid.

martes, junio 24, 2008

(...)

Puntos suspensivos

…Escribir. Por necedad o necesidad. Escribir con la urgencia más urgente que te acerca y te aleja de la gente. Escribir como único verbo que invita a la acción, como primera y última devoción. Escribir porque entre el latido y los dedos reconoces la obligación de la misma manera que el silencio también está en la voz. Escribir con sed y bajo el sol, también a la sombra del árbol mayor. Escribir con la certeza de ser parte de tu propia conspiración. Escribir como última religión. Escribir con odio. Escribir por amor. Escribir con la prisa a favor y también con la pausa por timón. Escribir para tejer telarañas que rompe el viento después. Escribir para recordar que somos olvido y tal vez. Escribir para encontrar la mirada perdida. Escribir porque es una cita. Escribir porque es el encuentro con uno mismo y también con el abismo. Escribir una lágrima para leer una sonrisa. Escribir a primera vista. Escribir desde la oscuridad del ciego para encontrar luz en mis manos…

viernes, junio 20, 2008

(Nómadas involuntarios)

VÍCTIMAS. Biografía de la melancolía.


Colombia tiene 3´300.000 personas desplazadas por la violencia (refugiados de guerra) que caminan país adentro su tristeza profunda. El más numeroso del planeta. Parias de su pueblo que sueñan con la tierra perdida y que quieren regresar al lugar de donde nunca debieron huír... Dejo aquí 2 miradas con los mismos ojos sobre el retorno necesario.


UNO

Volver no es un tango, es un sueño mil veces repetido. Dicen algunos que los muertos vuelven sobre sus pasos antes de partir. La verdad es que muchos vivos quisieran volver sobre sus mismos pasos para seguir viviendo, porque ya están cansados de partir. En el Nuevo Diccionario Cotidiano la necesidad de cambiar la palabra Desplazado por Retornado es ya una urgencia. Volver, volver, volver a ese lugar en el que no está el cuerpo pero si el cariño y todo aquello que llamaban destino. Todavía eleva sonrisas una cometa, todavía vuelan cartas, todavía las palomas llevan mensajes a los que no ves. Todavía es tiempo porque creemos en la dignidad y en la vida.

El retorno, el eterno retorno, lo lleva una canción silbada, un sueño de medianoche, una conversación de vecinos, el sabor de una receta hace años aprendida, el mismo vestido de la huída… Ellos, estando aquí, vuelven a su pueblo todos los días cuando la imaginación y la nostalgia se encuentran en la misma vía. Y la esperanza no se cansa de esperar el día en que se pueda regresar.

...Tantas cosas suceden a un corazón de distancia.

DOS

¿Cuántos recuerdos me llevan de vuelta al lugar donde partí? acostumbro en las noches regresar a mi cama, la que dejé hace tiempo, cuando me acuesto en esta otra cama y mientras duermo regreso en sueños a ese lugar que para mí se llama paraíso. Salimos de allí sin querer, salimos buscando paz y lo más parecido se llama Pacífico, donde todos los días la vida también está por empezar. Aquí tengo una casa que no es igual a la que llamaba hogar pero que es lo único que encontré cuando di todo por perdido.

No quiero que me digan Desplazado, no quiero que luego me llamen Retornado… sólo quiero que mi nombre sea suficiente para ser parte de mi pueblo, allí donde todos somos familia sin importar el apellido. No quiero que me descubras en listas negras, quiero que me encuentres trabajando en la vereda y seguro te invito a que nos tomemos juntos un cafecito, un aguadepanela.

¿Sabés? quiero volver a donde sea cierto que es verdad lo que pudo ser.


lunes, junio 16, 2008

(Adela en el carrusel)

Rezo por vos

La vida de Charly García toca sobre teclas rojas. En blanco y negro sólo su bigote bicolor que ya es amarillo. ¿Esta es la partitura de una despedida?

Kill Gil sigue en la gaveta, dejó caer del bolsillo filosofía barata y calza zapatos de goma. El tipo está verde, no lo dejan salir, grita con insistencia: “yo no quiero volverme tan loco” pero ya está vestido de rojo. Anda buscando un símbolo de paz, la ruta del tentempié, sin embargo ha vuelto a caer víctima de soledad, víctima de un mal extraño… es parte de la religión, comprueba que los dinosaurios pueden desaparecer en el aire.

Ya pasó El Aguante, Charly García no sólo vive adentro de sus composiciones sino que literalmente vive sus canciones: acaba de protagonizar, otra vez, Demoliendo Hoteles. Y uno podría empezar a pensar que sus canciones están llenas de premoniciones, de la misma manera que quien conoce al suicida interpreta cada gesto cotidiano como una despedida. Es la hora del colapso; una gran estrella supernova convirtiéndose en agujero negro. Igual, él inventó la profesión de estrella de rock en Latinoamérica y -ahora vemos- también su decadencia.

Charly dice: No toquen, no quiero que me toquen... y el rap de las hormigas se le sube por todo el cuerpo. La sal no sala y el azúcar no endulza. En la imagen del hombre atado a la camilla sin güisky ni rivotril pocos rastros quedan de su influencia en generaciones que, sencillamente, le dicen Say No More, plis. Sus actos tienen poco de excentricidad y mucho de sinsentido. Yendo de la cama al living te tropiezas con el fantasma de Canterville.

Una línea rota va de baires a Colombia: un boxeador salido de Palenque da golpes contra la locura, la drogadicción y el olvido. Antonio Cervantes es el campeón mundial que sólo adentro de su cabeza vive días de gloria. No puedo dejar de pensar que Charly García tiene idéntica sombra en este ring y se ha convertido en el siguiente Pambelé. Cerca de la revolución el pueblo pide sangre… rezo por vos.