miércoles, noviembre 29, 2006


ESTA ES TU CASA

Llámalo panfleto, yo le digo consigna. Con algunos amigos insistimos en mirar a los ojos a tantas personas que conocemos en barrios tan altos y en riveras tan bajas, en cruces de caminos, en paraísos fantasmas. Realizamos algunos gestos en los que el arte ha sido buena herramienta para generar conciencia -al menos en la nuestra- y en medio de esta empatía despertar un genuino sentimiento de compañía. Mientras tanto en algún noticiero de esta semana dice el director del DANE que los desplazados en Colombia no conocen el frío de las calles en las ciudades, que no los busques allí, que ahí no están. Pareciera que no conoce el doctor la realidad que cambia la cosecha en el campo por la mendicidad de migajas en la madrugada afuera de un minimercado sin abrir, eso a lo que llaman El Recorrido y que no es más que la procesión de la tristeza que trae el hambre y se lleva la dignidad del hombre. Los Desplazados esperan el día de llamarse Los Regresados, cruzar la frontera de Los Asentados y no sentirse extranjeros sin haber visto jamás su foto en pasaporte alguno. Dejo aquí algunas palabras que acompañan las fotografías y la iniciativa de Luigi Baquero & Marta Salazar.

*
Irse sin querer marcharse. Huir incluso de la propia vida.
Gente que mueve su casa como caracol sin caparazón
Cuando tu casa no es más tu casa. Y después de la huída no encuentras bienvenidas
Tres millones de desplazados en Colombia
Vienen desde el olvido y su pasado son recuerdos de un pasado que mal pasó
Es la historia de los que pierden su historia
Y no tienen más patria que el suelo perdido
Refugiados sin refugio que repiran el aire en que no estás
Todos merecemos un lugar al que podamos llamar hogar
Por la dignidad de un techo que no sea futuro cerrado bajo cielo abierto.
UNA CASA PARA TODOS





1 comentario:

  1. La casa es muchas casas.
    Es, por ejemplo, el codo de la amada dormida que como un iceberg te desplaza en la noche.
    Es -claro que es- el retrete con libro y la cocina con radio que permite la cómica combinación entre Darío Arizmendi y huevo revuelto.
    La casa es el espacio con olor a ser humano en la madrugada.
    La casa es la puerta y detrás de ella lo que la puerta nos reserva.
    La casa es el único lugar real del mundo.
    ¿Qué hacen los que la pierden?
    ¿Los que deben dejarla para cuidar una vida que no podrán vivir nunca mas en casa?
    ¿No deberíamos sentirnos un poco indignos del sofá cuando hay niños que aprendieron la palabra huir antes que la palabra crecer?

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